Mi más sincera enhorabuena a Ignacio Cólera por la novela EL TIEMPO ES DE COLOR AZUL. Me ha sorprendido gratamente, ya que no sólo entrelaza tres épocas diferentes de la historia sino que te hace pensar en el espacio, el tiempo y la fé.
Una lectura totalmente recomendable y también invita a dar un paseo por una montaña mágica como lo es el Moncayo.
Gracias por haberme hecho disfrutar en cada página.
Ignacio Cólera nos sorprende de nuevo. En este caso, con una primera novela de casi 700 páginas y una compleja trama que muestra su enorme capacidad de fabulación. El autor combina lo fantástico con elementos propios de la novela histórica o del relato de iniciación para componer una interesante historia, narrada con habilidad y buen pulso narrativo, que es también un retrato de la sociedad actual y una reflexión sobre los temas que han preocupado siempre a los seres humanos. Junto a la intriga, hay que destacar también la creación de todo un mundo de personajes, de los que a mí me resultan especialmente atractivos Selina, Agripina, su familia y su maestro. Por otra parte, Ignacio ha convertido Ágreda y el Mónaco, su particular paraíso, en un territorio mítico (con mapa incluido) y mágico, donde el prodigio es posible. Un espacio cuya imagen nos sigue acompañando tras cerrar el libro. Una lectura muy recomendable.
Mi más sincera enhorabuena a Ignacio Cólera por la novela EL TIEMPO ES DE COLOR AZUL. Me ha sorprendido gratamente, ya que no sólo entrelaza tres épocas diferentes de la historia sino que te hace pensar en el espacio, el tiempo y la fé.
ResponderEliminarUna lectura totalmente recomendable y también invita a dar un paseo por una montaña mágica como lo es el Moncayo.
Gracias por haberme hecho disfrutar en cada página.
Ignacio Cólera nos sorprende de nuevo. En este caso, con una primera novela de casi 700 páginas y una compleja trama que muestra su enorme capacidad de fabulación. El autor combina lo fantástico con elementos propios de la novela histórica o del relato de iniciación para componer una interesante historia, narrada con habilidad y buen pulso narrativo, que es también un retrato de la sociedad actual y una reflexión sobre los temas que han preocupado siempre a los seres humanos. Junto a la intriga, hay que destacar también la creación de todo un mundo de personajes, de los que a mí me resultan especialmente atractivos Selina, Agripina, su familia y su maestro. Por otra parte, Ignacio ha convertido Ágreda y el Mónaco, su particular paraíso, en un territorio mítico (con mapa incluido) y mágico, donde el prodigio es posible. Un espacio cuya imagen nos sigue acompañando tras cerrar el libro. Una lectura muy recomendable.
ResponderEliminarEl corrector ha convertido el Moncayo en Mónaco, que no guarda ninguna relación con la novela.
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